jueves, 19 de abril de 2012


CARTA ABIERTA DE UN FUNCIONARIO AL SECRETARIO DE
ESTADO PARA LA ADMINISTRACIÓN, DON ANTONIO BETETA


Respetado Sr. Beteta:
Lo de respetado es sencillamente porque es Vd. un superior mío, y por tanto, debo
respetarlo. Aunque el respeto de los subordinados, Sr. Beteta, se gana, no se tiene por
decreto o por desempeñar un cargo, por muy alto que sea.
He estado leyendo sus declaraciones, por cierto muy desafortunadas tanto en el tono
como en el estilo, sobre el poco interés de los funcionarios y los trabajadores en el
desempeño de su laboro. Del ánimo de los trabajadores para “colaborar a sacar
adelante esto” se lo puede imaginar cuando le apliquen el 50% de reducción del
salario, como ha aprobado su Gobierno en la reforma laboral (Hay quién la llama
desierto laboral). Posteriormente le he escuchado por televisión y ya han cortado lo
referido al café y periódico de los funcionarios, se nota que la censura funciona. Y
tiene Vd. la poca “sensibilidad” de hacer estas declaraciones durante una conferenciadesayuno,
café y ensaimada con mantequilla en mano. Son las formas democráticas
del Gobierno del que Vd. forma parte. Pero eso es harina de otro costal que ahora no
viene a cuento.
Me gustaría Sr. Beteta hacerle algunas preguntas, a ver si es usted capaz de
responderlas, porque estoy seguro que de una forma u otra, esta carta abierta llegará
a su conocimiento ya que espero que su jefe de gabinete no tenga el valor de
ocultársela para que Vd. no se enfade y tenga la posibilidad, aunque dudo que sea
capaz, de defenderse como yo, funcionario de a pié, estoy haciendo por la presente.
Me gustaría que me dijera si Vd., Sr. Secretario de Estado para la Administración, se
incorpora diariamente a las 8 de la mañana, como es mi caso y el de la inmensa
mayoría de trabajadores de la administración (funcionarios y laborales). Y si también,
para cumplir el horario se levanta de su mesa a las 3 de la tarde.
Otra pregunta, créame, nada capciosa: ¿Pica Vd. las entradas y las salidas, incluidos
los 20 minutos de desayuno?. Y ya que estamos, ¿le llevan el café, gratis por cierto, a
su despacho junto con los cinco o seis periódicos pagados con dineros públicos de la
partida de gastos protocolarios?. En todo caso, Sr. Beteta, siguiendo su línea sobre el
café y periódico de los funcionarios, el funcionario que tome café y lea el periódico lo
hace con dinero de su bolsillo. Aunque con los recortes de sueldos que se han
encargado Vdes. de hacernos, en forma de bajada de sueldo por los anteriores y de
aumento del IRPF por ustedes, dudo mucho que haya funcionarios que se permitan
tales dispendios.
Y ya que hablamos de IRPF, ¿Vd. también tiene el máximo de retención, el 24%, como
los funcionarios o se ha quedado como toda la clase política anclado en el 3,5%?. Por
cierto, Sr. Beteta, si se le aplicara a Vd. el tramo establecido por su Gobierno, el
resultado de su retención sería del 43%.
Sr. Beteta, yo todas las mañanas me levanto a las 6,30 para ir a trabajar. Para ello
tengo que coger el tren de cercanías, bajarme en la estación y darme una caminata de
20 minutos hasta llegar a mi centro de trabajo. El importe de los desplazamientos,
como es natural, corre por mi cuenta, y puede creerme que a final de mes es un pico,
pero es más barato ir en transporte público que desplazarme con mi coche (pequeño
no crea que tengo uno de lujo y no porque no me guste, sino porque el sueldo no se
estira). ¿Vd. también utiliza el transporte público o le recogen todas las mañanas con
el vehículo oficial de gama súper alta en su domicilio? Supongo que pagará Vd. de su
bolsillo los gastos de mantenimiento del vehículo, conductor, etc. Perdón, es que no
sabía que eso entra con el cargo, Sr. Secretario de Estado. O sea, que son los
contribuyentes los que le pagan a Vd. todos sus desplazamientos. ¡Vaya, vaya de las
cosas que nos estamos enterando!
¿Quiere Vd. que hablemos de salarios? Bueno, lo dejamos que como estamos en
“crisis”, tampoco es cuestión de ponerle la cara colorada.
Pero si podemos hablar de otra cosa: las facturas de restaurantes (o restauranes como
también admite la Real Academia de la Lengua), ¿también se pagan por gastos de
protocolo?. ¡Hay que ver lo aficionados que son Vdes. al Vega Sicilia y al Luis Felipe!.
Se ve que no sale el dinerillo del bolsillo propio.
Espero que al menos cumpla Vd. con las 40 horas semanales, con los 8 días de
asuntos propios y los 24 días de vacaciones anuales.
No quiero cansarle, Sr. Beteta, aunque, puede creerme, tengo cuerda para mucho mas
rato. Lo que sí espero es que tenga la valentía de contestar a cada uno de los puntos
que le planteo, creo que en nombre de la inmensa mayoría de los funcionarios y de los
ciudadanos españoles.

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